De la mano de Eva, y después de haber entrado en Republicano un par de veces para conocer este apasionante mundo, hicimos nuestra primera entrada en El Gigante del Sur. Aprovechando que Badillo también quería bautizar a su amigo Dani, hicimos un grupo compacto que nos permitió hacer una entrada a esta increíble sima. Poca gente y güena que hicieron la experiencia más inolvidable si cabe.
Nada más entrar Sima GESM quiere hacerte saber que no estás en cualquier sitio y te hace pasar por la Gatera Puta...Si pasas podrás disfrutar de mis secretos, parece querer decirte la sima con este paso, y la verdad es que impresiona encajonarte en una grieta de varios metros donde hay tramos que tienes que controlar hasta la respiración para no quedarte encajado.
Después de este paso, el cual solventamos todos sin ningún problema gracias a las indicaciones de Eva y Badillo, Sima GESM empieza a mostrarte su belleza poco a poco, cambiando a cada tramo, haciendo de cada momento un recuerdo especial.
Llegar al pozo de 115 es otro momento espectacular. Pensar que tienes a tus pies una grieta más profunda que el Tajo de Ronda te hace revisar cada paso 10 veces para asegurarte que todo está como has aprendido. Péndulos, volados, todo aparece en este tramo que se hace eterno hasta que comienzas a intuir la base del pozo después de muchos fraccionamientos.
Desde la base del pozo, Sima GESM cambia de nuevo y sigue haciendo que no te aburras ni un solo momento.
Viendo el tiempo que habíamos tardado en bajar, y calculando el que podíamos tardar en subir, decidimos darnos las vuelta cerca del Pozo de la Bavaresa.
Comenzamos el regreso a buen ritmo y sin ninguna incidencia llegamos a la boca en el tiempo estimado.
Como queriendo darnos la bienvenida al mundo exterior, los colores del anochecer parecían especiales esa tarde haciendo del paseo de regreso una experiencia mística.
Sigo diciendo que tengo suerte de tener los mejores maestros en todas las actividades que he iniciado y en esta no ha está siendo diferente.