La organización social en los tiempos prehispánicos especialmente durante el Post Clásico Tardío (1300 a 1521 d.C.) adquirió una connotación fuertemente estratificada. Existía el pequeño grupo de los dirigentes que estaban ligados entre si mediante estrechos vínculos familiares, se les conocía bajo el nombre de pipiltin y se definían a sí mismos como aquellos individuos que podían probar su noble linaje. La gran mayoría de la población constituía el grupo de los macehualtin, los comunes, quienes fundamentalmente se dedicaban a la agricultura, a los trabajos pesados como la construcción de edificios y así también a este grupo pertenecían los artesanos quienes como verdaderos especialistas se encargaban de elaborar tanto los objetos de uso común como las vasijas de cerámica, los tejidos de algodón y otras fibras vegetales, así como las extraordinarias obras escultóricas, de plumaria y orfebrería.
Habría una rigurosa separación de actividades que realizaban por un lado los hombres y por otro las mujeres, de tal manera que esta concepción antagónica y complementaria de lo femenino y lo masculino que tiene su origen en la visión del universo de la lucha de los contrarios se define claramente en la particularización de la sexualidad en las imágenes escultóricas la que se complementa con la indumentaria específica que visten hombres y mujeres: aquellos se identifican por el uso de maxtlatl, especie de paño de tela que cubría el sexo y ellas lucían el “enredo” a manera de falda, el huipil y el quechquémetl.