El "Plan de San Luis", expedido por Francisco I. Madero, señaló el 20 de noviembre de 1910 para levantarse en armas. Sin embargo, hizo acto de presencia Miguel Cabrera, jefe de policía de Puebla, acompañado de un pelotón de gendarmes en la casa de Aquiles Serdán, jefe del movimiento antirreeleccionistas en la entidad. Cabrera pretendía realizar un cateo en busca de armas y propaganda, y, como en efecto había armas en la casa, Aquiles no tuvo otra opción que enfrentarse rifle en mano al jefe de la policía, quien cayó muerto de un balazo.
Ante el asedio y el nutrido tiroteo de que era objeto la casa de los Serdán, doña Filomena del Valle, esposa de Aquiles y doña Carmen Serdán, saliendo al balcón, con las armas en las manos gritaban a la gente: "¡Poblanos! Los que están aquí van a morir por el pueblo, vengan a ayudarles; aquí hay armas. ¡Viva la República!"