En aquel momento, el Coronel Rojo avisa a Álvarez que era tiempo de que la Caballería Mexicana entrara en acción para alcanzar una victoria completa. Cargan sin piedad los Carabineros de Pachuca sobre los restos de la columna, disparando sus carabinas y lanzando mandobles de sable sobre los franceses, quienes se retiran en buen orden a su campo.
A las dos y media de la tarde llega el primer Parte de Guerra a la capital:
Se ha roto el fuego de los dos lados y cae un fuerte aguacero.
Zaragoza
Los capitalinos respiran aliviados. ¡¡Puebla no les había abierto las puertas!! Pero Zaragoza ya no podría contar con los dos mil hombres que había enviado a Atlixco dos días antes, con los cuales O´Horan batió a los reaccionarios de Márquez, impidiéndoles el auxilio a los franceses. Y cómo lamentaba el pueblo la explosión ocurrida en la Colecturia de Chalchicomula que privó a Zaragoza de mil trescientos de sus hombres más experimentados.