En este pueblo de Purmamarca tiene turismo mochilero y el ambiente es de lo mejor. Se respira tranquilidad y la venta de artesanias y comida en la calle hace facil probar su gastronomia. hay un par de campings y donde estuve me quede un par de dias porque volvi a hacer amigos q a la postre reencontrè otras 2 veces en pueblos mas al sur una semana despues. Aca empezò una desinflada de precios comparado a todo lo vivido durante el viaje. Un queso de cabra esquisito q se vende a orilla d carretera en diferentes lugares junto a un "quesillo" que son sabanas duras de queso asadero como si de cecina se tratara. los compre casi cada vez que se atravezaron.