Más exactamente, es la Glorieta de Emilio Castelar, catedrático de la Universidad Central de Madrid, gran escritor y político demócrata-liberal, uno de los más grandes y elocuentes oradores como diputado en Las Cortes españolas, el Parlamento, además de llegar a ser el último presidente de la Primera República española (sept 1873- 2 enero 1874). Este monumento, que realizó el gran escultor Mariano Benlliure en 1908, le representa precisamente en su faceta de gran orador desde su tribuna parlamentaria y fue erigido por suscripción popular.