La Pandemia Agrava La SaturacióN De Los TráMites Presenciales De ExtranjeríA: Colas En ComisaríA Y Eternas Esperas Por Una Cita A primera hora de la mañana, una larga fila de personas ya rodea la comisaría de Aluche (la villa de Madrid). Tras el parón de las gestiones de extranjería durante el estado de alarma, centenares de inmigrantes esperan su turno buscando las escasas sombras repartidas en la zona. Krista Flores Almendrariz, guatemalteca con permiso de estudios en España, ha pasado una hora y media en los aledaños de las dependencias policiales para, por fin, salir con su Tarjeta de Identificación del Extranjero (TIE). Aunque esta no fue su única espera hasta lograr la documentación. El sistema conlleva años de demandas, pero la COVID-19 ha amontonado los trámites presenciales pendientes y miles y miles de extranjeros en España esperan para lograr una cita previa.
Ya antes de la pandemia, Kristen estuvo, como la mayoría, tres meses pegada al ordenador para conseguir una de las pocas citas disponibles para solucionar trámites de extranjería. Cuando solo le quedaba recoger el documento físico, el estado de alarma bloqueó cualquier administración presencial. Después de perder una parte de sus vacaciones por no contar con el TIE, logró una cita. Pudo irse al viaje planeado a Portugal, pero perdió un vuelo y dos días de alojamiento. “Tuve suerte”, afirma la estudiante guatemalteca.
Si bien durante el estado de alarma quedó suspendida la atención al público en comisarías, el refuerzo de la vía telemática permitió la continuación del estudio de las diferentes peticiones ya registradas, como la presentación de nuevos trámites administrativos. Miles de inmigrantes han recibido a lo largo de estos meses la resolución conveniente de su petición de residencia o renovación, pero para la toma de huellas precisa para la expedición de la tarjeta de identificación y su siguiente recogida es preciso acudir de manera presencial.
Si la complejidad para solicitar citas de extranjería era algo habitual antes del estado de alarma, la pandemia ha acabado creando un cuello de botella que está conllevando abundantes inconvenientes a cientos de extranjeros que acumulan meses con residencia regular mas sin un documento físico de identidad. Aunque la resolución debería servir como documentación válida, la carencia de información a este respecto impide en la práctica a los afectados realizar tareas rutinarias como tener una cuenta bancaria, viajar a un país extranjero o incluso lograr un empleo, debido a la falta de confianza generada por la carencia de la tarjeta de identificación -el plástico-.
Con la “nueva normalidad”, asimismo ha regresado la desesperación de miles y miles de residentes extranjeros ante los obstáculos con los que se hallan para conseguir una cita. Conseguirlo acostumbra a conllevar meses de intentos en la web donde se solicitan, emplear tiempo rellenando un formulario para, más tarde, encontrarse un mensaje habitual: “En este instante no hay citas libres. Dentro de poco, la Oficina va a poner a su disposición nuevas citas”.
En múltiples grupos de Fb, cientos y cientos de afectados comentan desesperados la dificultad para conseguir una cita. Entre ellos se cuentan algunos “trucos” aprendidos tras meses de tediosos trámites: “Me afirmaron que a cada hora en punto hay más posibilidades”, sostiene Krista. “Yo por lo menos hago 30 o bien 40 intentos diarios, sin exagerar”, explica Carlos, quien pide consejo en la plataforma virtual. De su desesperación se aprovechan conjuntos de personas que consiguen hacerse con citas anteriores para venderlas a diferentes costos, que alcanzan los 100 euros.
“No hay citas suficientes para lo que hace falta”, dice Paco Solans, portavoz de la Asociación de Abogados Extranjeristas, quien alarma de los inconvenientes que la carencia del TIE produce en muchos de sus clientes del servicio, aunque el gobierno prorrogase los permisos durante seis meses debido a la pandemia o cuenten con una resolución de concesión inicial de vivienda. “Muchas empresas o bancos, cuando ven un permiso caducado o una resolución piensan que no pueden darles de alta o bien crearles una cuenta: es algo que depende de la información que tengan”, sostiene el letrado.
Desde el Ministerio del Interior quitan gravedad a la situación de saturación de las comisarías y defienden que se trata de un “efecto esperado” después de la paralización de los trámites a lo largo de tres meses por la pandemia. Fuentes del departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska mantienen que “se está agilizando la tramitación” para evitar las colas. El Ministerio de Política Territorial y Administración Pública, del que dependen las Oficinas de Extranjería de las Delegaciones y Subdelegaciones del Gobierno, no han respondido a las preguntas de eldiario.es.
Comisiones Obreras ha pedido la reforma del sistema de tramitación de las gestiones ligadas a extranjería, que actualmente depende de las subdelegaciones de gobierno de cada provincia. cita para huellas nie “Con el estado de alarma, ahora mismo hay tal cantidad de tarjetas por entregar…”, señala la Fernando García Castro, secretario general de la sección sindical de CCOO en el Ministerio del Interior. “Desde que toman las huellas, se entrega la tarjeta en 30/45 días. Ahora hay miles de tarjeta sin entregar. Se paró por la COVID, pero la gente precisa sus tarjetas para trabajar, para viajar…”. La saturación, presente en gran parte del territorio de España, se hace en especial perceptible en las comisarías de Extranjería de la capital española y Barna.
Al sindicato le preocupan las condiciones en las que esperan los cientos de personas que día tras día acuden a las dependencias policiales para efectuar los trámites de extranjería. “Algunos no pueden guardar la distancia de seguridad pues se amontonan en las 3 sombras que hay. Pensamos que es preciso que la Dirección General de Policía abran más puntos de atención en estos instantes, a fin de que no esté todo centralizado en una comisaría”, afirma García Castro, quien también demanda la falta de personal.
“El 95 por ciento de los que están expidiendo tarjetas de extranjería son policías, cuando debería haber personal administrativo, lo que podría permitir una mayor contratación de personal y que quienes asistan a solicitar asilo lo hagan de una manera más tranquila, ya que los uniformes, depende de sus razones de escapada, puede generar desconfianza ”, mantienen desde CCOO.
Los tiempos de espera en la comisaría de Aluche son diferentes en función del instante en que estén citados. Leonardo, residente venezolano desde hace 3 años, sale contento de las dependencias policiales. Tenía turno a última hora de la tarde y pudo finalizar sus gestiones en menos de media hora. Temía regresar de su cita sin haber efectuado la toma de huellas necesaria para expedir su tarjeta de identificación. Los aburridos trámites que han caracterizado su proceso de regularización en España se habían retrasado hasta el punto de que solo le quedaban 6 meses para tener que renovar nuevamente un documento que nunca ha llegado a tener en las manos. La normativa impide la expedición de una tarjeta con menos de seis meses de validez, pero en un caso así le permitieron realizar el trámite sin inconvenientes.
"Estaba muy disgustado, pero el día de hoy me he quedado tranquilo de que todo haya ido bien", concluye el ciudadano por teléfono. Mas, de nuevo, deberá esperar unos treinta días para recoger su documentación, para lo que no tendrá otro antídoto, si nada cambia, que pasar horas frente al ordenador en pos de una cita previa. |