Tula fue una de las ciudades más importantes del México Antiguo. Tuvo una larga vida de más de cuatro siglos y en el año 1000 d. C. era una metrópoli con decenas de miles de habitantes y de casi 16 km2 de extensión, con plazas, pirámides, palacios y vastos conjuntos de terrazas artificiales, sistemas de canales, drenajes, calles, calzadas y puentes sobre el río Tula que permitían transitar entre los barrios de ambas partes de la ciudad.

La gran plaza principal con enormes plataformas, escalinatas, altares, salas, palacios y juegos de pelota, se ubicaba en el punto más alto de la ciudad, dominando el espacio urbano. Lra su centro religioso, político y administrativo. Sus dos masivas pirámides, visibles desde casi cualquier punto de la ciudad, estuvieron ornamentadas con esculturas y multitud de bajorrelieves polícromos.

Empezaremos el recorrido fotográfico con el museo del sitio del lugar para después pasar a ver la maravillosa zona arqueológica del lugar a partir de la página 6