Un excelente mirador donde se aprecia el 75% de la ciudad de Guanajuato.

En la lucha por la independencia el ejército y las personas a cargo del gobierno del lugar se escondieron en el edificio de la Alhóndiga de Granaditas para protegerse del ataque del ejército insurgente. Dicho ejército no podía penetrar al recinto ya que la construcción del mismo era una verdadera fortaleza resguardada por altos muros y una puerta de madera con un grosor de 20 cm.

Dicen los historiadores que en el momento álgido de la batalla, pasaba por el lugar rumbo a su trabajo un minero de nombre Jesús de los Reyes Martínez "El Pípila" quien al percatarse de la problemática del ejército en tomar dicho edificio, tomó la decisión de amarrar a su espalda una laja de cantera y con ella arrastrarse pecho tierra hacia la entrada de la alhóndiga, en una mano portaba una antorcha y en la otra brea o aceite, untó la brea en la puerta y le prendió fuego, al debilitarse la madera por el fuego los insurgentes pudieron entrar al recinto.