Desde Santa Marta, donde el calor aprieta y el mar invita a descansar, buscaba algo para entretenerme en casa. Un conocido de un grupo en Telegram me pasó un enlace y me dijo que probara mines 1win. Pensé que sería lo típico, pero me equivoqué. Lo que más me enganchó fue la tensión que se siente al ir destapando espacios sin saber dónde están las minas. Empecé perdiendo, lo admito, pero luego encontré mi ritmo y pude ganar lo suficiente para darme un gustico el fin de semana.