Los 250 minutos que la Academia de Cine empleó para entregar sus premios anuales y repasar los 20 años que han cumplido los Goya fueron fatales para quienes quisieron seguir la ceremonia desde casa. Sólo una media de 2.297.000 espectadores aguantó el tipo frente al televisor, lo que supone la cuota de pantalla más baja de los últimos diez años -un 18,7%- para la ceremonia más larga de la historia de los galardones.
El año pasado, RTVE y la Academia decidieron trasladar la entrega de los premios del cine español del sábado de los últimos tiempos al domingo. El cambio fue un éxito. El espacio fue seguido por un 24,5% de espectadores, un total de 3.720.000 de media. Se convirtió en la gala de los Goya más vista de la historia de los premios.