Eran las ocho de la mañana cuando un comunicante anónimo informaba de colocación de una furgoneta bomba en el aparcamiento D de la Terminal 4 del aeropuerto de Madrid-Barajas que estallaría a las 9.00. Hubo otras dos llamadas más, la tercera aseguró que hablaba en nombre de ETA.
Las fuerzas de seguridad y de emergencia procedieron a desalojar de urgencia a los cientos de personas que se encontraban en ese momento en la terminal en dirección a las pistas de aterrizaje.
La furgoneta estalló a las 9.01 provocando una fortísima explosión que demolió gran parte de las cinco plantas del aparcamiento y provocó dos muertos y 19 heridos leves.