Grixo es una pequeña aldea a 20 minutos de Ourense y a 10 de Celanova, en Galicia. Es la tierra de mis suegros, Ernesto y Cristalina, quienes nos han acogido con los brazos abiertos. En este sitio no hay contaminación de sonidos, de colores y mucho menos de basura. De noche sólo los gatos trasnochados y el burro del vecino rompen de cuando en vez la paz total que reina. Es un sitio mágico, ideal para crear, soñar, escribir y hacer cosas que siempre quisimos hacer.