Mi tercera visita a este parque natural ha resultado muy diferente de las 2 anteriores.
Las bajas temperaturas que se estaban dando en los últimos días habían causado que hubiera una parte importante del humedal cubierta de hielo. Este hecho bastó para que los paisajes resultaran distintos, esteticamente más dramáticos; además de que los pájaros ofrecieron curiosas estampas en la naturaleza helada: patinaje artístico, búsqueda de alimento sobre la superficie del hielo...
Un petirrojo recorría a saltitos la superficie helada picoteándola con fruición, parándose de vez en cuando a admirar su propio reflejo.

Dado que el frío ha empujado a numerosos efectivos de aves a buscar refugio en esta área, tuve la oportunidad de ver especies de aves que no había visto anteriormente, como flamencos, grullas... aunque quizá la que me llamó la atención fue un ejemplar de azor, especie que resulta completamente inesperada en este ecosistema.
Otra especie interesante que tuve oportunidad de fotografiar, el escribano palustre, que si bien es poco común en general, es una de las especies protagonistas de este bonito parque.

Las fotos han sido tomadas con la Canon EOS 1D Mark III y el objetivo Canon 100-400 mm. f/4.5-5.6 L IS en su mayor parte, aunque algunas fueron tomadas con la Canon EOS 7D + Canon 70-200 f/4 L IS