Los murales del Templo Rojo quizá sean los más bellos de este sitio. Sobre un fondo rojo se impone un personaje cuyos rasgos lo identifican con un viejo que porta un yelmo con cabeza de jaguar, en la mano derecha sostiene un bastón que se entierra sobre la serpiente emplumada, sobre este brazo cuatro círculos alineados verticalmente y sobre ellos la cabeza de un tlacuache, por lo que se ha identificado como el Señor Cuatro Tlacuache. Atrás de éste, se distingue el cacaxtli (bulto de carga) que contiene plumas preciosas, cacao, una caparazón de tortuga y una cabeza de lagarto.