Concretamente en esas fechas, sufrimos en Madrid la huelga de los servicios de limpieza durante la cual, además de no limpiar, los piquetes de los propios huelguistas se ocupaban de vaciar las bolsas y recipientes de basuras y expandir su contenido por algunas zonas para incrementar el efecto de su protesta. Afortunadamente acabó prontito y los servicios mínimos establecidos mantuvieron decente la mayor parte de la capital. Nunca, en condiciones normales, las calles de Madrid ofrecen este aspecto