Jesús, cómo te ha de doler la desintegración de la familia, por la falta de diálogo entre padres e hijos. Desgraciadamente esta situación, se agrava por la falta de atención y cuidado hacia ellos. Para muchos padres es mejor mirar la televisión o encerrarse en los propios problemas, y no darles la atención adecuada. No nos preocupamos por darles un espacio para comunicarnos con ellos, ni buscamos la manera de entenderlos. Preferimos
ser autoritarios, mandones, capataces, y raramente reciben una palabra de aliento, una caricia o unos minutos de atención. Si ellos caen en algún error, en lugar de ayudarlos, los regañamos y los rechazamos, y luego les reclamamos que no nos ayudan ni colaboran con nosotros.
- Jesús, perdona nuestra negligencia, porque no hemos sabido ser verdaderos padres; porque preferimos nuestra comodidad que darnos con alegría a nuestros hijos. Por esto, te pedimos perdón Señor.
¡Perdón Señor, Perdón!
Oración:
Padre bondadoso,, te pedimos que nos enseñes a ser verdaderos padres para tus hijos que también son los nuestros. Que aprendamos a darles ternura, comprensión, y les ayudemos a crecer con sus cualidades personales, pero con todo el amor que como padres, debemos brindarles. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
Amen