La carne de cerdo es ideal para cocinarla con alguna salsa agridulce, dicen los que saben. Si bien yo no soy muy amiga de esas combinaciones (o mas bien no soy nada amiga de ellas), un pequeño toque dulzon en una salsa no me molesta. hace unos dias probe esta receta en un restaurante y me gusto, para mi sorpresa...mucho!
Manos a la obra
Un carre de cerdo desgrasado y sin hueso. salpimentarlo por todos sus lados.
Llevarlo a una sarten donde entre entero, con un chorrito de aceite de oliva. Yo uso para estos sellados un aceite de oliva al que le puse hace unos dias un ajo machucado para darle un sabor sutil y no invasivo.
Una vez sellado de todos sus lados, llevarlo al horno fuerte por espacio de 20 minutos, regandolo a los 10 minutos con media copita de vino blanco seco.
Cortar una cebolla en aros finitos y saltearla con aceite de oliva hasta que este doradita, cuidando que no se dore demasiado. Una vez dorada, retirar del fuego y agregarle dos cucharadas de miel y un chorro generoso de vino blanco seco, volver a llevar a la llama y dejar que se consuma el vino y se espese la salsa.
Cocer al vapor unos papines andinos y una vez listos, llevar a una sarten con otro chorrito de aceite de oliva y sartenear unos minutos, agregarle queso rallado en hebras, si son dos quesos diferentes mejor, en estecaso use parmesano y provolone.
Sacar del horno el cerdo y dejarlo reposar unos minutos, cortar unas porciones y emplatar con los papines y la cebolla dulce. Salsear y a la mesa!
Desgrasar, salar y pimentar un carre de cerdo mediano
Sellarlo por todos sus lados
Llevarlo al horno
Dorar levemente unas cebollas cortadas en aros finitos