Cachorros de Hiena Manchada (Crocuta crocuta)

La hiena manchada es el carnívoro más abundante en áreas donde abunden los antílopes y zebras. Es un predador formidable así como oportunista y consumidor de carroñas. Consume y digiere toda su presa incluyendo huesos y dientes.
Los grupos de hienas son regidos por una hembra dominante y es la única que procreará en todo el grupo.
En esta foto vemos dos cachorros de hiena manchada fuera de su madriguera que esperaban ansiosos la llegada de su madre y otros miembros del clan. Estos mantenían la vista fija en una dirección pero no podíamos ver nada en esa dirección. Estos cachorros seguramente detectaron olor de su madre y los otros miembros desde una distancia de más de un kilómetro ya que varios minutos después logramos ver como el clan se aproximaba a la madriguera desde esa misma dirección. Una vez la madre detecto nuestra presencia, esta comenzó a caminar en círculos y a alejarse en dirección contraria como forma de distraer nuestra atención y así no revelar la presencia de sus cachorros y la localización de su madriguera. En ese instante fue cuando decidimos que era tiempo de retirarnos para no interferir en la alimentación de los cachorros. Los cachorros de hiena son capaces de comer carne después de las 8 a 10 semanas de nacidos, la cual es regurgitada y parcialmente digerida por su madre y otros miembros del clan. Después del 4 o 5to. mes estos son introducidos a las victimas y a las cacerías, y así comienzan a aprender por imitación.

El fotógrafo de naturaleza salvaje tiene la responsabilidad absoluta de mantener cierta distancia y respetar los animales y su medio ambiente, especialmente tratar de no interferir en lo absoluto con el desarrollo y comportamiento normal del sujeto que pretenda fotografiar. Se enfatiza esto más en los casos de interacción entre depredadores persiguiendo o acechando una potencial víctima, durante el cuidado y alimentación de las crías, y durante el apareamiento.
Debemos además tener en cuenta que a cualquier momento, sin importar las circunstancias, en que el animal muestre un comportamiento anormal o se muestre nervioso o inconforme con nuestra presencia, es imperativo retirarnos del área o al menos alejarnos a una distancia en la que el animal se sienta seguro o conforme.
La tolerancia del animal a la presencia del hombre varía en cada región. En parques que son visitados por los turistas con mucha frecuencia, los animales son sorprendentemente tolerantes a la presencia y cercanía del hombre y de los vehículos ya que los ven como una parte integral de su hábitat y entienden que este no representa peligro para ellos, ni tampoco es una potencial presa.
En regiones menos frecuentadas, como el parque nacional de Tarangire, al sur del lago Manyara, en Tanzania, los animales raramente tienen contacto con el hombre y hasta hace algunos años atrás, estos eran víctimas de la cacería en safari, por lo que visitar como turista o para la fotografía de vida salvaje en esta zona, requiere mucha paciencia y estar dispuesto a recorrer grandes distancias.

Febrero 25, 2005 - Serengeti Nacional Park

Canon 1Ds Mark II
Canon 600 mm f/4.0 IS USM + Canon EF 2.0x II Extender (1200mm)
1/80s at f/8.0
ISO- 400 Luz ambiental – Bean-Bag