La diversidad de flora y fauna de este territorio hizo posible que Culhuacan fuera ocupado por grupos humanos desde tiempos remotos. Estos grupos fueron conformando a través de los años pequeñas aldeas, cuyo sostén dependía no sólo de la recolección y el intercambio de los recursos naturales de montes y lagos, sino que además desarrolló técnicas agrícolas de alto rendimiento, como la chinampa.
El principal rubro de la economía y de la alimentación era la producción agrícola en las zonas chinamperas y de ribera, con la siembra de maíz, amaranto, frijol, chiles y una extensa variedad de legumbres, gramíneas y otras especies comestibles producto de la agricultura de temporal en las laderas de los cerros, como maguey, nopal y frutas.